domingo, diciembre 07, 2008

25/08/06: Se acabó! :~(

Maru a las 6:00 ya estaba despierta. Hemos dormido cinco horas... bueno, yo algo más. Nos damos una duchilla y bajamos a desayunar. Aunque no son ni las 9:30, ya no sabemos qué hacer en la habitación.

¡Qué fuerte! No hay palabras para describir lo que vemos, pero sí estómago: menudo salón, menudo buffet, menudo banquete nos espera!
El comedor tiene una cocina abierta, con cuatro cocineros sacando platos recien hechos. De todo y de todas partes. Incluso hay una mesa de fruta cortadita, lista para comer, un rincón lleno de panes y de bollería recién hecha. ¡Qué placer!

Nos acomodan en una mesa y nos traen, sin perder tiempo, la bebida que pedimos: café, chocolate... Mientras, el resto del grupo va bajando y gritan igual que nosotros al entrar en el salón.

Nos ponemos ciegos a comer porque ya sabemos el menú que nos van a dar en el avión... y ya se sabe: no comer por haber comido, no es tiempo perdido.

Vamos al aeropueto en cinco minutos y pululamos por allí hasta embarcar. En el control de acceso me han llegado a abrir la botella de agua que llevaba en la bolsa y nos han hecho descalzar para pasar por el scanner. Eso sí, nos han dejado unos zuecos para que no tuviéramos que ir descalzos.

El grupo que hemos hecho con los otros españoles del avión es majo. No paramos de hablar, por lo que el tiempo pasa rápido, ameno y de hecho, tenemos que ir controlando el reloj para no despistarnos. Finalmente, nos despedimos de una de las miembros del grupo que va vía Londres a Madrid.

Una vez embarcamos en el avión, nos toca ventanilla, por lo que iremos un poco estrechos durante el vuelo. Pero nos consuela que cada asiento tiene su propia pantalla con videojuegos y 40 películas para escoger. Ya sabemos cómo vamos a pasar las próximas 11 horas. Jugamos los dos al "Tetris" en una misma partida (qué manera de putearnos uno al otro!), vemos chorrocientas películas, comemos lo mismo de siempre... a pesar de todo, el viaje se está haciendo muy, muy largo.

Por fin aterrizamos en Frankfurt. Pasamos control de seguridad y nos hacen abrir mi bolsa por completo (cámaras, cargadores, walky-talkies... toda la electrónica del mundo!). Bueno, pasamos el trago y vamos a la caza del mostrador de la compañía Lufthansa para recoger las tarjetas de embarque.

La chica que nos atiende habla en español y nos explica que las maletas están de camino a Barcelona, pero no nos puede asignar los asientos (mmmmmm qué raro!!). Nos dirigimos a la puerta de embarque, donde nos despedimos de Iñaki&Lourdes, otros españoles del grupo cuyo vuelo sale antes.

Estamos esperando sentados en uno de los sofás, cuando vemos con sorpresa nuestros nombres una pantalla de una de las teles de la sala. No es posible!!! Es la lista de pasajeros en overbooking y somos los dos primeros.

La azafata nos dice que hay que esperar a que estemos todos los pasajeros, y luego nos dirán qué es lo que van a hacer. Al cabo de un rato nos llama y nos ofrece pasar la noche en un hotel, salir mañana, y una compensación económica. Pero ya llevamos 22 horas de vuelo y tenemos ganas de llegar a casa. Así que la respuesta es un "no" rotundo. Queremos estar esta noche en Barcelona.

Finalmente, salimos con retraso y en asientos distintos, pero ya estamos tan cansados que nos da igual. Nos pasamos medio vuelo durmiendo.

La llegada a Barcelona es impresionante porque chocamos de lleno con una tormenta eléctrica sobre el aeropuerto, y que obliga al piloto a abortar el primer intento de aterrizaje. Que cague!! El espectáculo de los rayos es brutal pero... mejor que aterrice rápido!!

El segundo intento es el definitivo. Ahora sí que el viaje ya se ha acabado. Ahora la única aventura que nos queda es ver si han llegado las maletas. El aeropuerto está a reventar, hay maletas por todas partes, y la verdad no tenemos muchas esperanzas de que hayan llegado todas sanas y salvas. Esperamos un buen rato y finalmente, se empieza a mover la cinta...

No es posible!!! Salen las tres maletas intactas y en seguida. Ole y ole!!!!

Pues ya está. Con las maletas y con los recuerdos vividos en las últimas semanas a cuestas, cerramos otro viaje. Habrá que pensar en el próximo. ¡La ilusión de otra aventura!

Kiaora!!

24/08/06: primera escala Seul... vaya pedazo de hotel!

Nos levantamos a las 6:30 (Maru ya estaba inquieta y dando vueltas desde las 6:00am). La dinámica es la de cada día, pero hoy toca dejar el resto de la comida en el camping y limpiar los depósitos de la camper. Cuando vemos las sobras que quedan en la cocina, deducimos que lo ideal es empezar el viaje aquí y coger algo de la comida que les sobra a los demás. Te puedes ahorrar unos cuantos dólares...

Sobre el papel el aeropuerto estaba a 10 minutos. Ja!! Vamos... volvemos... vamos... volvemos... pero finalmente lo encontramos!!! Nos ha costado un poco porque la empresa está en medio de un polígono industrial y un poco escondida, pero damos con ella. A pesar de haber salido con tiempo de sobra, nos hemos comido todo el margen (ya nos olíamos que de 10 minutos nada de nada!!).
Dejamos las llaves de la camper (a que hemos puesto lo justito en gasolina para pasar el examen) y una chica sale para revisarla. La miran, la remiran por fuera y por dentro y finalmente, pasamos la prueba, incluso con los dos golpetazos que le metí ayer y la poca gasolina que le hemos puesto.

Nos dicen que en 5 minutos vendrán a recogernos para llevarnos al aeropuerto. 45 minutos después (qué morro!!!) pasan a recogernos a nosotros y a una pareja de franceses que también entregaban la camper hoy (súper limpia, por cierto).

El minibus hace la ronda por todos los hoteles cercanos al aeropuerto, por lo que el viaje se hace un poco más largo de lo esperado.

Al llegar vamos directamente a facturar, pero el vuelo ya está repleto. Esta vez no podemos escoger nada de nada. El camino de vuelta será más incómodo que a la ida.... :( Al menos conseguimos facturar las maletas directamente a Barcelona, pero a pesar de todo nos recomiendan que lo volvamos a preguntar en Frankfurt, por si acaso.

Distinguimos a algunos grupos de españoles que seguramente haran el mismo trayecto que nosotros. De momento pasamos en tiempo en las tiendas de souvenirs (como si no hubiéramos comprado ya suficiente!!) y hay que decir que en el aeropuerto encotramos los mejores regalos que hemos visto y al mejor precio.

Al llegar a la sala de embarque, vemos algo raro: hay muchísima gente de tripulación y personal de tierra para el poco rebaño de pasajeros que somos. Hasta ahora, como mucho nos habían asistido 4 o 5 personas.

Conclusión... la presencia de dos tíos trajeados y rellenando papeles, denotan lo que tienen todas las empresas alguna vez: una inspección.

Todos el personal anda peloteando a los trajados y siguiendo todos los protocolos existentes... por lo que entramos a cuentagotas en el avión. Para rematar la faena, hay un tío que debía haber embarcado y que no está. Algunos sudan pensando que como no aparezca el colega, van a tener que poner en marcha chorrocientos protocolos más.
Pero finalmente aparece el friqui y todos respiramos tranquilos, porque conseguimos salir.

Vuelve a coincidir que tenemos dos asientos libres al lado de Maru, por lo que podremos estirarnos durante el vuelo. De todas formas, no nos interesa dormir mucho, ya que al hacer noche en Seúl hay que aguantar despiertos para dormir allí. Así que nos tomamos unas cervecitas y un tintorro para comer, escribimos un montón en el diario, vemos pelis, cortamos retales para el diario (como si liaramos porros porque no tenemos tijeras. Seguridad de los aviones!!)... en fin, estamos muy distraídos, por lo que el viaje pasa rápido y sin darnos casi cuenta ya es hora de aterrizar.

Otra de las cosas que hemos hecho durante el vuelo ha sido rellenar los papeles de inmigración y menos mal, porque al final, al estar el hotel fuera del aeropuerto, había que presentarlos. Nuestro pasaporte va a tener un sello más, el de Seúl.

Hacemos peña spanish: Iñaki&Lourdes, y Natalia. Recorremos y medio aeropuerto hasta el punto de Corea Airlines, donde nos ponen una pegatina que nos identifica como pasajeros en tránsito y supuestamente nos tienen que decir dónde vamos a dormir. Nos entregan un papelito que vale para la habitación de hotel y otro para el desayuno en el hotel de esta noche.

Nos hacen esperar fuera del aeropuesto, en la parada de buses a que nos pasen a recoger para ir al hotel (25 °C a las 22:30 horas, el contraste es majo: en 11 horas hemos aumentado 20° la temperatura). Tarda un poco pero al cabo de 20 minutos nos recoge y nos lleva a "Hyatt Hotel", a 5 minutos del aeropuerto. Es impresionante!! Desde fuera ya luce y por dentro es de flipe. Joder con los coreanos!

La habitación es espectacular (antes nos hemos despedido del resto del grupo hasta las 9:30, para desayunar). Lo miramos y remiramos todo, nos duchamos y... a dormir lo que se pueda en semejantes camas individuales (1,40m cada uno. Esto es de Pin&Pon!).

Bona nit!