lunes, septiembre 11, 2006

19/08/06: Del "cielo" del Tongariro al "infierno" de Rotorua

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El despertador ha sonado a las 5:00. Nos sigue sorprendiendo la facilidad con la que nos levantamos a estas horas tan intempestivas y además sin ayuda. Maru se despierta incluso antes de que suene el despertador!!! Impensable!!!

Entre arreglarnos y desayunar hemos tardado unas 2 horas, y hasta las 7:00 no nos ponemos en camino. En Ohakune, a medio camino y después de conducir durante unas cuantas horas, decidimos hacer un alto para tomarnos algo en una cafetería la mar de mona. Nos pedimos un par de “Hot chocolates” que nos traen en unos tazones enormes y con unas cucharas muy especiales: una barra de chocolate.

El local está decorado con cuadros de artistas locales y Maru se enamora de uno de ellos. Una especie de collage de imágenes y texto. No es muy grande y tiene un mensaje fantástico:

“puedes tener dos, una o ninguna pierna, pero siempre debes volar!!”

Después de muchas indecisiones, Maru decide llevárselo. Mientras pagamos, nos interesamos por el autor/a del cuadro y nos dicen que lo podemos encontrar a las afueras del pueblo, en su tienda-taller (una casa de color púrpura), por lo que decidimos pasar para que autografíe el cuadro en vivo y en directo. Maru está súper contenta con su cuadro. No quiere que le vuelva a pasar de arrepentirse de no haber comprado algo, y más con la ruta que llevamos que siempre es hacia delante. Nunca retrocedemos.

En el mismo Ohakune aprovechamos para poner gasolina y parar en un “New World” para hacer la compra (es como los “Caprabo” de aquí, están por casi todos lados).

A la salida del pueblo, tal y como nos han explicado, encontramos la casa de color púrpura. La autora del cuadro está súper contenta de que le pidamos que autografíe el cuadro. Le pone una dedicatoria a Maru, no sin antes estar un rato para entender su nombre. Cosas del inglés!

Seguimos camino hacia el Tongariro y después de unas horas, finalmente llegamos. Tenemos el culo cuadrado de tanto coche!!! Lo primero es visitar el centro de información para ver qué trekking podemos hacer con el tiempo que tenemos. Tienen una maqueta de todo el parque nacional y todas las rutas posibles marcadas. Lamentablemente, la mayoría son de 4 o 5 horas, tiempo que no nos podemos permitir invertir. Algunas de las zonas que más nos atraían (como p.e. los “Lagos Esmeralda”) tienen un “pero” adicional: los accesos están cerrados por exceso de nieve.

Compramos una guía de los trekkings de la zona y algunas postales que nos faltaban. Después de estudiar la guía con atención, decidimos hacer una ruta que lleva a unas cascadas (Tawhai Falls) y que sólo nos llevará una hora y media desde donde dejemos el coche.

El problema es que las indicaciones para llegar a la zona no están muy claras, y con la facilidad que tenemos nosotros para perdernos, casi nos tiramos una hora para encontrar el lugar (sé que soy pesado, pero qué les costaría poner lo de los GPS’s, además de indicaciones como Dios manda!!!!). Si hubiéramos pensado con lógica, habríamos deducido que el camino correcto era el que sube hacia las pistas de skies, pero esto de conducir por la izquierda nos nubla la mente!!!
La verdad es que estamos un poco “moscas” porque queremos llegar a Taupo antes de que se nos haga de noche y las horas se nos están pasando volando.

Después de subir por una carreterita de curvas cerradas, estrecha y llena de nieve por los bordes, llegamos a lo que parece una especie de parking y que es el inicio de la ruta. La cosa será entretenida, puesto que además de hacer un frío importante, está todo lleno de nieve y hielo.

El camino a la cascada transcurre por dentro de un bosque cerrado, está perfectamente indicado, pero lleno de nieve y hielo, lo que dificulta mucho avanzar a buen ritmo. Es como andar por una pista de hielo y no queremos partirnos la crisma (seguro que no habría sido más fácil subir al Tongariro??? Con un poco de suerte habría menos hielo!!!).

Trozos caminando, trozos patinando, avanzamos hacia las cascadas. Llegamos a lo que parece una llanura encharcada y que tiene un caminito precioso de madera para que no se estropee. Las fotos van a ser preciosas, seguro!!! Además, nos permite ver una panorámica fantástica del Tongariro. El día tiene nubes y claros, pero de momento aguanta. Aquí, al descubierto, el viento arrecia y la sensación de frío aumenta.

Seguimos el camino, que vuelve a introducirse en un bosque. Esta vez toca bajar por unos escalones helados “molonguis de la muert”. Hay que bajarlos de uno en uno y cogidos… una aventura, vamos! De todas formas, quizás es que nosotros somos muy precavidos, porque nos cruzamos con gente que va con bambas de calle y patinando como si estuvieran en la pista de hielo. Flipa!!

Al final, llegamos a la cascadita, que la verdad, no parece gran cosa teniendo en cuenta el riesgo de un patacazo al que nos hemos expuesto. De todas formas, el camino ha sido muy chulo y creo que ha valido la pena. Aprovechamos para hacer las fotos de rigor e iniciamos el camino de vuelta.

Regresamos al coche en tiempo récord (sólo 30 minutos cuando a la ida hemos invertido 1:10). Es que ahora ya sabemos dónde pisar. Hasta unos visitantes que nos hemos cruzado en el camino de ida se asombran que hayamos vuelto tan rápido.

Después del paseo, volvemos a coger la camper y nos dirigimos a Taupo. Decidimos consultar la guía a ver qué dice de Taupo. Si vale la pena nos quedaremos tal y como teníamos previsto, pero sino y si el cuerpo aguanta, seguiremos hasta Rotorua. Queremos recortar tiempo y adelantar objetivos, que al final seguro que nos faltará tiempo.

Dicho y hecho. Pasamos Taupo de largo y llegamos hasta Rotorua hacia eso de las 19:00. A medida que nos hemos ido acercando, la carretera se ha llenado de referencias a los volcanes y fumarolas. Es la parte más “explosiva” de la isla, e incluso en algunos sitios se puede oler ambiente a azufre. De todas formas, hemos llegado tarde para el horario de NZ y, aunque pasamos por el punto de información, ya está cerrado. Así que toca orientarse para encontrar el camping. Nos cuesta unas cuantas vueltas, como siempre, pero finalmente lo encontramos.

Además de pagar por la estancia, preguntamos en el camping por las cenas típicas mahories. A ver si es posible hacerla esta misma noche y así adelantamos destinos. Pero no… las cenas hay que reservarlas con tiempo y la mayoría empiezan a eso de las 19:30, así que tendremos que esperar a la noche de mañana y quedarnos un día más en Rotorua.

De todas formas, el día ha sido durillo y estamos exhaustos. No tenemos ganas ni de prepararnos cena, así que frutita y, aunque sólo son las 21 h, nos vamos a dormir para cargar pilas. Además, como mañana nos quedamos todo el día en Rotorua, no tendremos que madrugar. Bien!!!

Mejor que aprovechemos, que habrá más días maratón como hoy, si queremos ver todo lo que nos hemos propuesto.

Bona nit!!!


Carlos :)